Los relojes de pared retro son un elemento decorativo muy original y práctico que puede ser usado en cualquier ambiente del hogar, pero, si lo que estás buscando es un diseño atractivo, que mejor opción que un estilo vintage, el cual va a permitir dar ese toque perfecto en el lugar donde se ubique y con mucha elegancia para así realzar la decoración.
Realzan el espacio y controlan el tiempo
Los relojes de pared con estilo vintage no solo son un elemento decorativo que realzan la belleza del espacio donde se coloquen, también sirven para no estar perdidos en el tiempo y así ser siempre puntuales a cualquier cita o evento o para saber la hora en que se transmitirá un programa de tv, por lo tanto, son muchas las ventajas que se obtienen con los relojes de pared vintage.
Existe una amplia gama de relojes de pared con estilo vintage, en diferentes tamaños y materiales como madera, metal envejecido, cristal o forja, solo tienes que conocer la gran colección de estos elementos y así elegir el perfecto para ese espacio que se desea transformar.
Los mejores relojes de pared vintage
Este tipo de relojes están entre la categoría de relojes antiguos y entre las primeras formas de relojes que han sido diseñados para el hogar, por lo que, a lo largo de los años se han venido realizando una gran variedad de estilos que han permitido satisfacer los gustos más exigentes.
Entre los primeros relojes de pared al estilo vintage se pueden mencionar los de cartel de la Francia del siglo XIII los cuales eran elaborados con marcos de bronce fundido o con hojas de oro sobre madera, además contienen números romanos los cuales eran adornados con guirnaldas doradas, querubines o figuritas.
Otra forma particular de estos relojes son los fabricados en el siglo XIX, en la Selva Negra de Alemania en forma de casa y que se les atribuyó a Friedrich Eisenlohr. En ese mismo siglo también se insertaron relojes en las pinturas, con manecillas que se colocaban de manera estratégica.
Para el siglo XIX este tipo de relojes de pared en América Latina evolucionaron con formas cuyos pedúnculos y pesos oscilaban y colgaban para que se vieran debajo de la caja del reloj.
Entre los americanos el reloj de pared más codiciado y famoso fue el modelo, de banjo, de Simon Willard, revestido de caoba y con adornos de latón a los costados. Algunos modelos eran adornados con águilas y otros anclados por cajas decoradas con pinturas.